jueves, 19 de mayo de 2011

Win, thrive, soar, higher.

Ya casi un mes, desde el día que nos dieron la noticia a mí, y a otros muchos. Seguimos esperando, y seguiremos esperando hasta que todo esto pase, ya está casi todo finalizado, en el camino siempre hay algunos baches, pero se han de superar, y tú no te quedarás atrás por eso, porque si te caes, nosotros te ayudaremos a levantar.

Sentimientos de culpabilidad por mi parte, el querer pero no poder llorar, y sobre todo de frustración, el querer y no poder hacer nada, como mucho esperar y dar ánimos, ánimos que seguiré dando hasta que la gran tormenta pase.

Te has perdido grandes cambios en el mundo, aunque la verdad que no han sido buenos, guerras, muertes, revoluciones, y un poco más de lo mismo. Pero también han habido cosas muy buenas, series para reírse, fotos que dejan en claro mi frikismo, vídeos míos haciendo estupideces, comentarios míos de los que siempre hago, y música y páginas que están todavía por ser leídas y escuchadas.

Cuando despertaste, en todos nosotros subió la moral, nos has unido y eso tenemos que agradecértelo sí o sí, nos ayudamos a nosotros mismos cuando uno se decae o nos animamos todos juntos cuando recibimos buenas noticias, pero todos estamos enterados.

Cuando yo tenía unos 13 o 14 años, y fui entrando un poco en razón, me dí cuenta de que realmente no creía en Dios, y años más tarde pensé: ¿Y si existiera? Porque lo que pasa muchas veces se le podría considerar milagro. Pues me quedé en agnóstico, ni creo ni dejo de creer. Pero creo más en las personas y en las acciones que en otra cosa de fuerza superior, y quiero que eso siga siendo así, porque la verdad, con todo lo que está pasando, creo que Dios se está descojonando en nuestra cara.

Lucha, que tú puedes, estás ya casi al final, y solo te queda dar unos últimos pasos, desde el principio hemos estado esperándote y no hay prisa, pero si puede ser antes muchísimo mejor, que hay mucho por hacer, y demasiado por contar.

Esto es lo único que puedo aportar, sólo sé escribir y hacer música, y por ahora la inspiración musical está dormida. Sea como sea, sabes que desde el primer día hemos estado aquí, y desde que salgas también seguiremos estando aquí. Vamos, que sólo tienes que levantar la mano para poder continuar.

Brosandi.

Por el mundo, por todos, por nosotros, y sobre todo: por tí.

lunes, 2 de mayo de 2011

Lejos.

Desde el principio siempre había estado allí, lejos, pero siempre observándote. La cagué muchas veces contigo, pero estaba lejos, y cuando te pedí perdón ya era demasiado tarde para mí.

Sólo te había pedido una oportunidad, pero como te dije, ya era demasiado tarde para mí, y quizás también para los dos. Pero una cosa tenía clara: que te amaba y que te seguiré amando, por muy lejos que estés, o por mucho tiempo que pase.

Siempre tengo el mismo sueño, el sueño que nunca te has ido de mi lado, el tiempo que estás conmigo y que quiero recuperar, pero como siempre, cuando me despierto ya no estás… Y son esos instantes los que mi respiración se para por momentos.

Siempre me imagino preguntándote si habrá un último baile para los dos, ya que contigo siempre estaría bailando, ya que contigo siempre quisiera sostener tu mano, como lo había hecho por todo este tiempo. Siempre intenté dar todo, más bien, lo di todo. Siempre lo sabes, siempre lo sabrás y siempre lo has sabido.

Pero claro, lejos, eso es lo que estamos, demasiado, demasiado lejos por muchísimo tiempo. Pero siempre lo has sabido, siempre lo sabrás y siempre lo sabes.

Yo quiero que estés aquí conmigo, siempre he buscado un momento para estarlo junto a ti, y siempre lo has sabido bien. Siempre te he amado, y siempre lo haré. Pero sólo, sólo necesito oírlo una vez más, ¿Por qué? Por nosotros, por lo nuestro, y porque cuando pienso en nuestros momentos se me corta la respiración hasta tal punto de pensar si todo ha sido un sueño otra vez, y cuando quiero darme cuenta, así es, sólo ha sido eso, un sueño.

Por los últimos días que pasamos juntos quise darte muchos abrazos, tantos que no cupiera el aire entre nuestros cuerpos, tanto que nunca te dejara ir, tanto que no me perdono el no haberlo hecho, tanto que aún me arrepiento de haberme ido aquella noche… Sólo quiero decirte lo que nunca pude aquella noche, te amo, y siempre lo haré. Desde lejos lo seguiré haciendo, y aunque ya no te vea, aunque ya no te sienta aquí físicamente conmigo, sé que estarás aquí siempre.

Carta de un amado a su difunta esposa.